domingo, 14 de febrero de 2010

El primer grado

En pocos días mi hijo mayor empieza primer grado. En la reunión de padres nos pidieron no tener expectativas…¡como si se pudiera! Como si se pudiera no pensar en las personitas en que se están convirtiendo con gustos, poderes y limitaciones propias. Como si se pudiera no recordar la propia infancia.
Mi hijo me pregunta sobre la niñez. De mi primer grado recuerdo (o me lo contaron, es casi lo mismo) que la maestra no lograba hacerme entrar por la puerta, yo prefería la ventana. Todavía me cuesta que me digan cómo se hacen las cosas, siempre encuentro una manera (una ventana): la mía.
¿Entrará mi hijo por la puerta o por la ventana? ¿Se sentará en el primer o el último banco? ¿Tendrá un mejor amigo? ¿Le gustará escribir? ¿Disfrutará de los deportes? ¿Qué será de el? ¿Seré capaz de escucharlo y ayudarlo cuando lo necesite?
Él empieza primer grado, yo a su lado. Creciendo también.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Tal vez es mejor que ellos vean el modo de entrar, sin palabras, sin traspasarles nuestra niñez, no lo sé, yo tengo los mios y prefiero escribirles, un día, cuando quieran, las respuestas estarán escritas o no, tampoco lo sé.
Mientras...que vivan...
Pero que bueno que dejaste esto escrito, es un día, en un segundo, inigualable e irrepetible, el haberlo escrito lo hace inmortal.

Unknown dijo...

Imposible que los padres de primer grado no tengan expectativas. Cada vez que nuestros hijos empiezan una etapa nueva (aún cuando son grandes), estamos llenos de expectativas... Sueños, dudas, ganas, preocupaciones y un montón de preguntas que nos hacemos mientras los vamos viendo crecer.

Sandra Bras dijo...

Mariana,hace tanto que empezé 1º grado que parece que fue otra vida, soy hermana mayor, así que mis padres no tenían experiencia al respecto ( y primera nieta también), recuerdo que estaba muy nerviosa y a la vez con ganas de empezar, sin tener la menor idea con lo que me iba a encontrar; nunca me inculcaron, sobre todo mi madre a tener miedo, pero los nervios son inevitables.
Lo que si recuerdo es que siempre me puse muy nerviosa y casi no dormía la noche anterior cuando mis hermanos (tengo 1 hermana y 1 hermano menores)estaban por empezar las clases, no se por qué, quizás proyectaba mis propios miedos.
Mis hijos están grandes, pero también sentí los nervios en carne propia la noche anterior al comienzo de sus clases.
Es bueno tratar "si fuera posible" de no transmitir nuestras propias ansiedades, aunque ellos lo intuyen y lo más importante es disfrutar y compartir esta nueva etapa que comienzan, ESTA MUY BUENA!!!
Sandra

El café de cada día dijo...

Las expectativas son a las madres como las cacerolas... más que la calle...Las mujeres independientes confundidas en roles que complican vacacionamos limpiando el piso...mejora el chi y crece el vínculo..dar al cachorro , cuidarlo,alimentarlo...para encontrarnos - madremujervida...

excuse me pero me salió así...tambien pasé dos semanas gritando, con ruleros y dolor de cintura de tanto barrer ...pero feliz . (ahora que hacemos ?)
gracias por el blog , será terapia !!